El Grupo Renault ha iniciado la preparación de la las infraestructuras para el impulso del vehículo autónomo y ya prueba nuevas tecnologías en 1.000 Megane fabricados en Villamuriel de Cerrato (Palencia), según informaron esta semana fuentes de la compañía automovilística.
La iniciativva ‘Scoop’ (sistema cooperativo) es un proyecto europeo que prueba y despliega, en condiciones reales de circulación, la conectividad del futuro entre vehículos (V2V) y entre vehículos e infraestructuras (V2X). El Grupo Renault produce 1.000 Mégane equipados con el protocolo destinados a sus clientes de flotas
‘Scoop’ es un proyecto piloto de despliegue que se desarrolla en colaboración con distintos actores en Francia, caso del Ministerio de Transición Ecológica y Solidaria francés; las colectividades territoriales; los gestores de infraestructuras; las universidades ; y los centros de investigación y estudios científicos.
El Grupo Renault se ha embarcado en el proyecto con el objetivo de probar nuevas tecnologías en Renault Mégane. Asimismo, el proyecto permite que sus clientes de flotas estén inmersos en un experimento relacionado con los vehículos conectados del futuro.
«El objetivo prioritario es proponer a nuestros clientes de flotas unos vehículos que mejoren la seguridad en las carreteras y conseguir una circulación más fluida: los vehículos se comunican entre ellos y se avisan, en tiempo real, en caso de peligro, ralentización de tráfico y accidentes. Los gestores de infraestructuras como SANEF (1) transmiten también a los vehículos equipados información sobre las condiciones de circulación, las obras, la velocidad permitida, los accidentes o los obstáculos peligrosos en la calzada», según indicó Christine Tissot, jefa del proyecto ‘Scoop’ en el Grupo Renault.
La flota de Mégane equipados con estas tecnologías que preparan los vehículos autónomos y conectados del futuro llevan captadores y calculadores recogen y analizan múltiples informaciones como la velocidad del vehículo, el ángulo del volante, la potencial falta de adherencia de los neumáticos relacionada con las condiciones climáticas, la puesta en marcha del limpiaparabrisas, la activación de los airbags, etc.
Si se detecta un problema, el vehículo emite automáticamente un mensaje de alerta desde su sistema embarcado hacia los demás vehículos equipados con SCOOP y hacia las unidades fijas situadas a lo largo de las carreteras. A su vez, dichas unidades informarán a los servicios de emergencia en caso de un incidente importante. En el marco del predespliegue, estas unidades están presentes en 2.000 kilómetros de carreteras de la región Isla-de-Francia, a lo largo de la A4, en el departamento francés de Isère, además de en las circunvalaciones de Burdeos y Bretaña.
Fase de rodaje
El proyecto europeo ‘Scoop’, que se inició en 2014, ha entrado activamente en su fase de rodaje gracias, en particular, a esta flota de 1.000 Renault Mégane producidos en la fábrica española de Palencia. «Actualmente, el Grupo Renault mantiene conversaciones con varias empresas francesas para la integración de Mégane equipados con el sistema SCOOP en su flota. Dichas empresas han comprendido bien esta oportunidad de responsabilidad empresarial que contribuye a la seguridad vial de sus empleados. A través del proyecto SCOOP, participan además en la preparación del ecosistema de los vehículos autónomos y conectados del futuro», subraya Nadine Leclair, SVP, directora Expertise.
La caja de a bordo, que emite los mensajes de alerta, utiliza un protocolo de comunicación de altas prestaciones por ondas de radio de tipo Wi Fi. Este protocolo utiliza la última generación de tecnologías de ITS (2) G5 con una frecuencia específica de 5,9 GHz. Se encuentra adaptada a los objetos en movimiento y ofrece un alcance de hasta 1.000 metros. El protocolo controla sistemáticamente la autenticidad de los mensajes y actúa con reactividad, en tiempo real, para evitar las colisiones. Por otro lado, garantiza un uso anónimo de los datos tratados, de acuerdo con la preservación de la privacidad del usuario.
Fuente: Ical