España ha instado a la Comisión Europea a destinar más recursos financieros al sector de la automoción, con especial atención al estímulo de la compra de vehículos eléctricos, el desarrollo de infraestructuras de recarga y la innovación tecnológica. Así lo trasladó el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en el Consejo de Ministros de Industria de la UE, donde los veintisiete debatieron el plan europeo presentado por Bruselas la pasada semana.
El plan comunitario contempla la flexibilización de los objetivos de reducción de emisiones de CO₂ para evitar sanciones a los fabricantes, incentivos para la producción de baterías y medidas contra la competencia desleal. Sin embargo, España considera que el apoyo financiero debe ser mayor para garantizar la transformación del sector.
En la reunión, once países respaldaron la propuesta, aunque algunos, como Italia y República Checa, pidieron más margen para la reducción de emisiones, mientras que Suecia expresó su preocupación por la credibilidad del marco regulador. Francia y Alemania, por su parte, insistieron en la necesidad de mantener los objetivos climáticos y reforzar la movilidad eléctrica.
En paralelo al debate, Hereu mantuvo reuniones bilaterales con sus homólogos francés y alemán para impulsar su propuesta de incluir un pilar industrial en el futuro Fondo de Competitividad de la UE, clave para la industria europea.
