15 puntos para revisar un coche de segunda mano

A la hora de revisar un coche de segunda mano debes tener en cuenta muchos factores. Un coche entra por los ojos y los vendedores experimentados lo saben, así que detrás de una carrocería bonita y en perfecto estado, se pueden esconder cantidades industriales de óxido y fallos mecánicos importantes.

Por eso revisar a fondo algunos elementos del exterior y del interior de un coche usado, te pueden ayudar a evitar sorpresas desagradables con tu compra. En este artículo te dejo 15 puntos claves con los que descubrir fallos y así, poder evitar a tiempo sustos con tu nueva adquisición.

A la hora de buscar un coche de segunda mano, el exterior se convierte en uno de los elementos que más vigila la gente antes de comprar, pero es donde el vendedor más nos puede engañar, así que no te fíes. El interior te puede dar muchas pistas sobre la vida que ha tenido el vehículo. Debes comprobar que los principales elementos mecánicos funcionan sin complicaciones.

1- Bajos deteriorados: Entrar pasado de velocidad por los badenes produce rozaduras en los bajos y puede ser una señal evidente de un uso poco cuidadoso del vehículo. Elementos como la suspensión delantera han podido sufrir más de la cuenta. También pueden evidenciar poco cuidado a la hora de aparcar.

2- Juntas irregulares: Camuflar los posibles golpes que haya tenido el coche es uno de los objetivos de los vendedores poco honrados. Pero un accidente deja rastros que son difíciles de camuflar. A la hora de revisar un coche de segunda mano, tienes que asegurarte que las juntas de la carrocería ajusten perfectamente. Fíjate también que elementos como el radiador o el alternador sean originales, si no lo son, pide explicaciones, un golpe puede estar detrás.

3- Puertas y lunas: De que manera cierran las puertas puede revelar problemas muy serios. Deben ajustar perfectamente: si hacen un ruido raro o cuesta encajarlas, pueden ocultar problemas estructurales de importancia. Repasa que las lunas no tengan picotazos y que estén en perfecto estado.

 

4- Pintura: Si un coche con pocos años presenta una pintura con poco brillo, denota que puede dormir al aire libre. El túnel de lavado puede dejar rastros en la pintura. Un color uniforme demustra que el coche ha sido cuidado y que previsiblemente ha dormido en garaje. Cuidado con las diferencias de tonalidad en distintas partes del coche, puede evidenciar que el coche ha sufrido un golpe y al sustituir la pieza no se ha pintado en el mismo color: descubre su origen.

5- Motor: El motor es uno de los elementos más sensibles cuando vas a revisar un coche de segunda mano. Un fallo te puede salir muy caro. Por eso debes exigir toda la información del mismo: libro de revisiones, averías, kilometraje real, etc. Arranca el motor y busca vibraciones o ruidos raros al ralentí. También debes consultar cuándo hay que hacerle la distribución, puede que le toque en breve y no es nada barato.

 

6- Suspensiones: Otro elemento importante a vigilar a la hora de buscar un coche de segunda mano. Apóyate en el capó y comprueba que no resulte excesivamente blanda y que no rebota. Unos amortiguadores gastados y poco eficientes, además de proporcionarte un control y una comodidad menor, pueden revelar un exceso de acelerones, frenazos y conducción agresiva.

7- Frenos: Es un componente, junto con el embrague, que con el paso del tiempo y un uso habitual puede dar problemas. Revisa el tacto del freno y comprueba en marcha que el coche frena bien y sin chirridos. Pide la información acerca del desgaste de las pastillas. El sistema hidráulico también puede fallar y si notas que el pedal no sube facilmente o cuesta en exceso apretarlo, exige explicaciones. Examina también el funcionamiento del freno de mano, puede estar destensado.

8- Desgaste del volante: Como te decía más arriba, el interior de un coche de segunda mano te puede dar más información de la que te imaginas. Si un vehículo ha tenido una vida dura, el interior te lo dirá. Revisa el volante, si está más desgastado de la cuenta, revela que ha tenido un uso muy intenso. Lo mismo con la palanca de cambios, revisa que no tenga holguras y que las marchas entren perfectamente. Con el tiempo, la dirección desviada es un fallo habitual, repararlo no es caro, pero exige que te lo arreglen.

9- Encaje de las piezas: El salpicadero muchas veces es como el espejo del alma. Los ‘grillos’ pueden aparecer porque las piezas se han descuadrado: ¿un golpe quizás? Debes comprobar que todo encaje bien y por supuesto, que los mandos funcionan sin fallos. Revisa también que las tapas del airbag encajen perfectamente, pueden revelar un accidente previo y si está en mal estado, puede no saltar en caso de accidente o activarse de manera espontánea.

10- Asientos: A la hora de revisar un coche de segunda mano, vigila el estado de los asientos. La banqueta debe estar fija y se debe poder regular sin problemas. Si tienen regulación eléctrica o son calefactables, vigila que todo funcion, en caso de fallo, se debe tratar de algún fusible estropeado. El respaldo de los asientos te puede dar muchas pistas muy útiles. Si tiene holgura puede mostrar que el conductor da muchos acelerones y frenazos. Revisa también los reposacabezas, se tienen que poder mover sin dificultad. Si están excesivamente sobados y el coche tienes pocos kilómetros, te pueden estar engañando.

 

11- Banqueta móvil: Algunos coches tienen banquetas desplazables, sobre todo en monovolúmenes. Pueden tener asientos individuales o desplazables. Debes comprobar que todo funciona bien y de manera suave. También debes asegurarte que se pueden reclinar y que elementos como los apoyabrazos se despliegan sin problemas.

12- Tapicería: Hay gente que utiliza fundas, bien para proteger la tapicería del uso habitual o bien para ocultar desperfectos. Exige siempre ver la tapicería original. Si la tapicería es de cuero y está en mal estado, puedes reclamar una rebaja del precio del coche, aunque rehidratarlos no es caro si no están en muy mal estado.

13- Alfombrillas: Son elementos que no se suelen revisar, pero que pueden demostrar que un coche ha sido bien cuidado. Tienen que tener un desgaste lógico para la edad y kilometraje del vehículo y no deben estar demasiado arrugadas o en mal estado. Si no tiene, debes exigir que te pongan unas.

14- Plásticos desgastados: Los plásticos del interior suelen ser un buen indicador para comprobr el uso que se le ha dado al coche. Si tiene pocos kilómetros y elementos como los asideros de las puertas, los mandos de los elevalunas o el salpicadero están demasiado desgastados, te pueden estar intentando dar gato por liebre. Si alguna de estas piezas están rotas, reclama que te las cambien.

15- Cinturones de seguridad: Es un elemento que no suele dar fallos debido a la solidez de este dispositivo, pero aun así debes comprobar que funciona correctamente y no se quedan bloqueados o destensados. Si tienen algún fallo importante no podrás pasar la ITV y tendrás que cambiar todo el sistema con el gasto que eso supone.

Texto original: Autobild

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