Qué hacer en caso de rotura de luna

Lo que al principio es un chinazo o una pequeña fractura, puede convertirse en un daño mayor que te obligue a cambiar la luna. Si no quieres llegar a este extremo, lo mejor es ponerse cuanto antes de camino a un especialista de lunas y olvidarse del taller del fabricante. La reparación puede durar media hora y tiene un precio de unos 60 euros.

El ahorro es bastante evidente teniendo en cuenta que un parabrisas nuevo puede costar entre 200 y 450 euros. Además, también ganas tiempo, ya que una reparación de este tipo solo toma media hora, mientras que la sustitución está en torno a las dos horas. ¿Por qué se tarda tanto en sustituir una luna? La culpa de que sea tan laborioso es que los cristales de hoy en día ya no van calzados, sino pegados.

 

Una vez instalada la nueva pieza, no se debe mover el vehículo durante una hora, ni siquiera con la grúa elevadora. Se variaría la tensión en el marco del parabrisas y, al bajar del coche, la luna saltaría. Sin duda, es un trabajo minucioso. Ante todo, el cristal no debe estar dañado en las zonas de adherencia destinadas al pegamento. Si el marco está rayado, lo primero que hará el técnico es proteger la zona con antioxidante. Si no se limpia bien bajo el cristal, al cabo de dos años se harán visible manchas de óxido en el pilar A.

¿Cambiarlo tú mismo? Una labor complicada

Otra de las alternativas a las que puedes recurrir para sustituir una luna es acudir a alguno de los talleres que te alquilan su espacio para que realices tus chapuzas. Pero debes tener en cuenta que una cosa es cambiar el aceite y otra muy diferente, sustituir un cristal.

La duración del proceso dependerá de tu maestría en el arte del bricolaje automovilístico. De cualquier forma, el dinero que puedes ahorrarte no será mucho y corres el riesgo de no instalarlo bien al no ser un profesional especializado como los que existen en los talleres.

 

Lo mejor es tener un seguro que cubra su sustitución… pero no todas las modalidades tienen esta cobertura. Los seguros a todo riesgo suelen incluir esta operación. En el caso de la modalidad a terceros, la cosa cambia. Debes pagar un extra por esta cobertura.

Independientemente del coste, las sustitución de la luna puede incidir de manera negativa en la bonificación que te da tu compañía por la prima de siniestralidad, aunque haya sido por el impacto de una piedra. Otra de las trampas que esconden las coberturas relacionadas con los crsitales es que, algunas compañías solo aseguran el pago de la operación hasta un límite de dinero. Si se pasa, tendrás que pagar la diferencia. También deberás mirar en la letra pequeña si tu seguro cubre los daños en opcionales como el techo solar.

Para reparar un ‘chinazo’ en la luna tienes varias opciones:

1. Reparación rápida. El resultado no será nunca como colocar un parabrisas nuevo, pero la pequeña cicatriz pasará inadvertida para la mayoría, salvo que se mire con lupa. Hay una regla de oro: cuanto antes, mejor. Tras el impacto, lo indicado es ponerse en camino cuanto antes al taller de reparación de lunas. Hay uno en casi todas las ciudades. La reparación está lista en menos de una hora y la diferencia de precio es considerable. En algunas ocasiones, hasta un 80% más económica.

2. Recambio. Cuando se trata de una grieta profunda o una amplia zona rayada, solo queda una opción: adiós al viejo parabrisas. El montaje de una luna nueva es una ciencia aparte. Para un recambio casero de máxima urgencia mejor experimentar solo con parabrisas calzados.

 

Si te quedas sin parabrisas en marcha

 

Si tienes la mala suerte de que, durante un viaje largo, tu parabrisas estalle y se agriete por mil sitios o, simplemente, se rompa por completo y te quedes sin él, no intentes llegar seguir conduciendo para llegar a tu destino, pues lo más probable es que sufras un accidente o pongas en riesgo la seguridad del resto de conductores.

En estos casos, «lo mejor es llevar el coche al taller inmediatamente y, si es posible, en una grúa», recomienda Fernando González, subidrector de la Asesoría Jurídica del Comisariado Europeo Del Automóvil (CEA).

Vibraciones en vías mal pavimentadas, chinazos de volquetes abiertos, pedruscos en túneles y laderas… Para evitar sustos, sigue estas pautas:

1. No pegues volantazos

2. Reduce la velocidad hasta detenerte en un lugar seguro

3. Señaliza tu posición con luces y triángulos como se hace en toda inmovilización por avería.

4. Consigue la luna de recambio y llama a la grúa.

Texto original: Autobild

 

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